18 de noviembre de 2010

cuento fantastico

La carta embrujada

El martes pasado fuimos a la casa del abuelo Felipe, pero no la pasamos muy bien, había surgido un problema, y el problema era con la torta, había sobrado mucho.

La mucama ya estaba muy empachada para comer lo que sobraba, ¡¡¡con lo que comió el domingo!!! Sobró casi la mitad. Y dijo: “Estoy muy cansada y ya no doy más para seguir comiendo, encima me tratan como gorda, “Además, hoy se cayó un jarrón de que costaba $ 2.000 y me culparon a mí”. Desde hoy dejo la casa de Felipe, el abuelo de Nancy.

Deje una carta que decía: no los veré más, y me llevé los canelones para que no se hagan más problemas. PD: me llevé la torta. Los quiero firma: la mucama.

De repente se escucharon unos gritos en la cocina, eran de Nancy, Felipe entro rápidamente por la puerta y dijo: Que esta pasando? Ooooo. Se escuchaba un eco y Felipe corrió hacia el comedor y se tropezó con charco de sangre. Se lastimo fuerte, se levanto y corrió hacia la sala donde estaba Nancy, de repente le apareció un espíritu con mucha sangre y el abue se empezó a reír, pensando que le hacían una broma. El dijo: “Susi ya vasta sácate ese disfraz, sabes que me asusta todo”, el fantasma se esfumo.

Me di cuenta que lo malo en la casa era la carta. Desde que la mucama les dejo la carta toda la casa esta patas para arriba, el baño esta sucio como la cocina y toda la casa.
El abuelo me dijo: que si me podía deshacer de la carta tirándola a la basura y dije que no la podía tirar porque cuando la tiraba volvía a aparecer en la sala. El día que llego la carta en esta casa nunca se quiso ir pero un día yo Nancy la rompí.
Y nunca se la volvió a ver a la mucama ni a la carta.

FIN


Mariela Ortiz Ríos
Marianela Dávalos

1 comentarios:

mariela dijo...

que lindos cuentos.